Subterranean Homesick Alien
Hace un mes que llegué a estas tierras, todos parecían convencidos de que sería de lo más fácil y emocionante que he hecho. La verdad distaba mucho de eso, al menos los primeros días. Verán, yo me creía listo y preparado para emprender un viaje solo (a medias) y al llegar acá, sin familia, amigos y demás personas importantes, la bendita soledad me pegó mucho.
Ocultar que llegué hasta las lágrimas de desesperación por lo incierto de esta aventura, sería como mentir y no aprendería de ello, sí, me pudo mucho el no tener el rumbo claro, pues hasta mi 20vo día no sabía yo cuál sería a ciencia cierta mi presupuesto para el mes, no tenía dónde vivir, ni medio de transporte confiable súmenle el poco contacto con los míos.
Soy un hombre muy familiar, y de ésta y otras verdades me voy dando cuenta hasta ahora que estoy acá, también suelo hacer amistades fácilmente y me he hallado con un grupo de mexicanos que puedo ver los fines de semana. Eso de oír de viva voz a alguien que domina tu idioma es sin duda un gran alivio cuando se vive tan lejos de la tierra en que crecimos. Bien dicen que el hogar está donde está el corazón, puedo asegurar que mi hogar anda en Monterrey, Guadalupe y SanNicolás (Tigres!)
Todos los viajes ilustran, y la persona que se va no es la misma que regresa. Hay tantas frases relacionadas con situaciones como ésta. Yo las creo todas, y siento que este año de autoexilio es en el que me encontraré, en el que definiré lo que quiero, y donde trabajaré por las cosas y personas que de verdad valen. ¡Agárrense!.
Hoy por hoy me queda claro que quiero regresar a mi ciudad y mi país. Extraño mucho mi estilo de vida, mis escapadas nocturnas a través de toda la ciudad y la facilidad de ir al cine, al parque o al teatro. Pero no se crean que todo es tragedia y nostalgia he hallado camino de lo que quiero hacer en este cierre de año, además de un plan tentativo para el resto de mi estadía acá. ¿les conté que estuve en una competencia de Bote Dragón?
Es una oportunidad que no podía dejar pasar, de volver un poco a ser ese chaval que sale de la zona de confort para aprender algo nuevo, que viaja, que aprende y crece con cada nuevo reto. Los extraño a todos, sí, pero sé que independientemente de la circunstancia de mi regreso, sea nostalgia, tristeza o término de proyecto; me sentiré mejor al superar esta distancia física y mirar atrás satisfecho de que ni siquiera eso me aleja de los míos. Ya vine, Ya vi, y con ayuda de ustedes…