22.10.12

Dos y faltan dos


Se cumplió ya el segundo mes de mi exilio laboral en tierras RhodeIslandesas. Las cosas han cambiado bastante, mis planes de vida, de esparcimiento y las dinámicas de grupo.
Lo que más podría resaltar es que estoy dando asilo a un colega que viene a trabajar pa’l mismo cliente, tampoco él tenía casa y lo de pagar hotel por meses en lo que encuentra lugar no es opción. Así es como su “nomás me quedo una semana en lo que encuentro casa” se convirtió en ya en casi un mes compartiendo piso conmigo, y pa’ que se convenzan de que no es queja les hablaré de él.  De entrada m’ha servido mucho su compañía para hacer planes y mantenerme activo; es triatlonista y eso ha revivido en mí el ánimo deportivo al grado de ya haberme inscrito a un par de carreras en los próximos meses y poner el reto personal de correr 10K’s en tiempos presumibles y no “sólo terminarlos”.
La vdd acá se trata de asirse y ayudarse, yo he hallado en la comunidá mexa del trabajo unos cuates que me han dado pistas de dónde divertirme y con algunos hasta pude disfrutar del “International Suit Up Day” cabalmente. Desde ir a granjas de calabazas, golfitos, cajas de bateo hasta las típicas retas futboleras apostando sixes. Terminando la velada compartiendo los premios y jugando baraja con entradas de $10 USD en fichitas de a 10 y 50 centavos.
Creí que me gustaría vivir en el gabacho, pero aún tengo duda de si querré quedarme más tiempo o mantengo la idea de regresar a Monterrey al finalizar este año. Aún queda mucho por vivir por acá y estoy esforzándome para que sea rápido, pero por muy bueno que yo sea no todo depende de mí.
Pocas cosas en esta vida me han sido claras, a lo que sí apostaría es que este año termino de cambiar y de conocerme. La etapa de vivir solo en otro país va comenzando apenas, el último mes se me hizo más rápido y seguro los que vienen serán fugaces ya que llevo fuera de Monterrey dos meses y regreso en otros dos.