25.4.10

Y renunció al 3er día según los blogs

Este relato tenía tiempo de querer compartirlo, pero para no salar lo que podría ser un futuro genial no lo había publicado.
No es secreto que renuncié a un empleo aburridón y mal pagado (acorde a mi verdadera experiencia) a principios de año, pasaron 2 meses para que me empezaran a llamar las empresas para concretar entrevistas. Estuve de moda en febrero pues llegué a tener 5 entrevistas programadas por semana. Gracias OCC.
Claro que muchas de esas eran ofertas que ofrecían más trabajo y menos dinero, misma área de conocimiento, pero al menos seguían ubicadas en mi ciudad. Not good enough.
Al final acepté un trabajo en una reconocida empresa internacional que se dedica a las oficinas, diseño, modelación y fabricación. El trabajo ofrecía aprender sobre áreas que no me había tocado ver en otros empleos y trabajaría rodeado de diseñadoras, un salario decente y excelentísimas prestaciones. El trabajo ideal pues.
¿Qué cambió? Pues en un momento en febrero quise entrar a 3 empleos, el primero se sordeó olímpicamente hasta que esta semana me confirmaron que les dijo su mamá que siempre no podrían abrir la vacante, ofrecía un sueldazo y justo en el área en que me las sé de todas, todas; el segundo era éste de las oficinas, me presionaron para aceptar su oferta a la 2da semana y lo hice, “al cabo si me habla la 3ra puedo renunciar” pero jamás pensé que me hablarían de la 3ra ¿porqué? Pues porque cuando pasé las primeras 4 entrevistas telefónicas me preguntaron mis expectativas y me fui muy alto, en verdad muy muy alto, pensando: “tengo que pedir demasiado, así seguro no me llaman y si sí debe superar por mucho un trabajo al que apenas voy a entrar”.
Pasaron los días y formalicé mi ingreso a la empresa oficinista, me presenté puntual a trabajar y estaba entusiasmado, vaya hasta fui a jugar futbol con los compañeros el 2do día de labores. La tragedia se dio el 3er día Miércoles, previo a los días de asueto por semana santa. Me habían aceptado mis exigencias en el 3er empleo.
Una oportunidad única, a ninguno de mis entrevistadores le había mencionado una cifra similar, vaya hasta recuerdo que “me ofrecí” por la mitad de ese sueldo en empresas menores y aún así se les hizo caro.
Bien pude haberme quedado un par de meses con los oficinistas pero el conflicto ético que me atacó fue que a mi 2da semana volaría a capacitación a Michigan y pasaría 2 semanas gastando dinero de esa compañía en mi alimentación, transporte y hospedaje y en dólares. Hice mis llamadas y renuncié tan pronto cuanto supe que la 3er compañía en verdad hablaba en serio. De los males, el menor – pensé.
Así fue como renuncié al mejor lugar al que he caído en mi corta historia profesional, pero ¿qué puedo decir? ¡Me ofrecieron una montaña de dinero!