20.3.12

Cuatro emociones y un funeral


Ok, pues, algunos ya se enteraron y los demás quizá sepan a partir de este escrito. Febrero fue un mes de derrumbes emocionales, de aquéllos que nos hacen señalar con el índice y reír como Nelson con un sonoro “¡Jaa JAAA!”; o si somos empáticos nos ponen un semblante serio y lúgubre.
Falleció una de mis tías, la vdd no la conocía demasiado, había separado a sus hijos del resto de nuestra numerosa familia por algo que su esposo, hermano de mamá, develó con un impactante “no quiero que mis hijos se junten con esos niños porque son pobres”. Algo similar me relató aquél hombre a quién yo redescubriera cuando tuvo un problema de salud y tras años de sólo ser el tío Meme a quién veía en reuniones familiares me tocó hacerle guardia en el hospital. Ya saben, los sanatorios acercan mucho a las personas, igual que los funerales, irónico. Él ha sido un roble desde que comenzó a tener hermanos y tuvo 9 a los que cuidó y ayudó, pero ese día estaba perdido y sin órbita creo que por eso me llegaron todas sus palabras en el camino de su casa a las capillas. Merece relato aparte, aunque creo que me lo guardaré para contar la historia de viva voz.
La segunda fue motivada por una decisión de esas del estilo apostador, de póquer, de vegas y de película. El clásico y emocionante “todo o nada”, sobra decir que no era en realidad un nada, pero cuando apuestas todo y no ganas, se siente peor que te digan: “pero te podemos seguir dando cartas para que juegues aunque no tengas fichas”, gracias pero mejor consigo fichas y nos vemos al rato.
La tercera, un aparente arranque de indecisión y espontaneidad que realmente era una inquietud que tenía de unas semanas anteriores pero no había concretado por falta de efectivo causó un duelo maternal épico. Al grado de pasar de ser el hijo pródigo a persona non grata, “no puedes entrar en mi casa”. Diría yo que me sentí como varios pedacitos de árbol caídos, ya ni siquiera era el árbol completo en el piso, no, pedacitos. Y todo por un par de arillos metálicos en un cartílago, que ni se notan.
El póquer de emociones lo cerró una misteriosa llamada por parte de uno de mis tíos quien tenía “que echar una platicadita” conmigo, pensé que era por lo de la ruptura que tuve con la mamá; quizá estaba enfermo, quizá ocupaba firmas para trámites legales de los que duelen y donde sólo ganan los abogados. Y no, no aguanté con lo que ya traía cargando y esas dudas infinitas sobre el motivo de “la platicadita”
Al final como en todas las cosas, aprendes a flotar y a rearmar los pedacitos. A veces toma mucho tiempo a veces es inmediato, hoy inicia la primavera y es el mejor momento para comenzar y como ya puedo hablar del fatídico febrero, creo que es buena señal.

14.3.12

Los primeros 26



La vida, el karma, el destino o Dios, pónle el nombre que quieras; independientemente de quién sea responsable de que hayas estado conmigo estos 26 años debe ser un gran diseñador, un excelente escritor y ni qué te digo del gran sentido del humor que se maneja. Apenas éramos 4 cuando tuvimos que ser 3 antes de que tuvieras 1. Has sido la mejor confidente que jamás pude idear y la más férrea contrincante que he podido tener. Sabemos tanto el uno del otro y nos tratamos de una manera tan única que más de una vez hemos sorprendido a los demás cuando revelamos que somos hermanos ¿puedes recordar algunas de esas veces?
Cumples años hoy y hace unas horas fue el primer aniversario de tu boda, has logrado tanto en tan poco tiempo que no puedo hacer más que comprar un sombrero para poder quitármelo en tu honor y felicitarte. Un temple y determinación como los tuyos, la dedicación por obtener aquello que realmente quieres son cualidades que te he admirado a voces desde que éramos pequeños, tan terca y decidida tú con tus pasteles de cadáveres de novia y de salchicha.
Hoy tú celebras doble, y me uno a la alegría de lo que significa este día, el día en que viniste a hacernos compañía, a compartirnos tu recio humor y tu carácter indomable, tu rebeldía (tu época a la Trevi), tu compasión, tus cariños, tus cuidados (la pequeña enfermera de la familia) y la gran alegría tosca que te hace memorable. Te felicito nuevamente por unos 26 años bien vividos y doy gracias por tenerte como hermana, en un sentido tan amplio que la palabra queda chica. Muchas gracias por todo y ojalá lo que ya hemos andado juntos sea sólo una pizca de lo que viene, estoy seguro que así será.
¡Mil Felicidades!

9.3.12

Los sentimientos varían con el lenguaje


Hace poco reflexionaba sobre los sentimientos y su relación y vínculo con el lenguaje, tanto dentro del dominio entero de una sola lengua como los matices que puede tener el comprender más de un idioma. Y es que la cosa va más o menos así:
Los que hemos tenido la oportunidad de aprender otro idioma sabemos que las palabras son equivalentes en uno y otro lenguaje. Lo curioso pasa cuando te encuentras que “I like you” no es igual de importante como un “me gustas”, es más como un “me agradas”; lo mismo pasa con un intenso “te quiero” vs un “te aprecio/estimo”.
En todos los idiomas que intentes aprender existirá una escala de matices de emociones, que irán desde el “odio”, “aborrezco”, “detesto”, pasando por los “me agrada”, “me gusta”, “me encanta”, “me fascina” hasta llegar al “amo”. Pondré al amor como el sentimiento más elevado y al odio como el más bajo porque así estamos acostumbrados a percibir nuestra aprobación hasta las cosas, personas e ideas.
Siguiendo con una nivelación de emociones se me ocurrió que podría incluso el “I love you” ser menos importante que un romantiquísimo “te amo”. ¿qué dictaría el peso de cada frase entonces? Honestamente no lo sé, pero categorizador como me conozco me formulé la siguiente receta pa’ saber en qué niveles podríamos incluir los sentimientos dependiendo del lenguaje que dominemos. Claro que nada vencerá a la lengua materna así que, como en mi caso es el español, los niveles quedan así:
Lengua Materna Español > Lenguas Romances(Francés, Italiano, Portugués  [etc]) > Ruso > Lenguas nórdicas/escandinavas > Lenguas Germánicas (Alemán >Inglés )> Asiáticas (Japonés > Chino [etc]) > Lenguas Africanas
Dando por resultado:
Te amo > je t’aime (she tem) > ti amo > eu te amo > [etc] > я люблю тебя (ia liubliu tiebia) > [nórdicas] > I love you (ai lob iu) > ich liebe dich (ij lib dij) > 私はあなたを愛して >我爱你 [asiáticas] > [Africanas]
Claro que faltan los idiomas africanos y escandinavos y muchos más pero éstos son los que medio conozco o al menos he escuchado. ¿ustedes cómo pondrían la escala?