5.9.10

Las victorias de la pasión

Pocas veces hablo del futbol, pero esta semana es especial, se acerca el partido más importante de la localidad y yo como buen fan de uno de los equipos, tengo la mente fija en el encuentro del próximo sábado.
Le voy a un equipo que por tradición tiene una personalidad, una entrega y una manera de vivir el futbol de manera única, por mucho que las mismas personas de esta ciudad tengan dos equipos uno se vive muy diferente al otro.
Pero no hablaré de eso en esta ocasión, más bien quería platicarles del sábado pasado que fui solo a ver un partido amistoso contra el equipo más odiado del país: El América
Del partido no hay mucho que decir pero del cambio de mi perspectiva hacia un jugador sí. Desde su segunda temporada en el equipo (segunda mitad del 2007) me parecía que era malísimo y debían sacarlo del mismo. Uno de mis amigos siempre lo defendió y apenas hasta ayer sábado pude ver porqué. Le tomó 3 años al Kikín Fonseca ganarme, pero lo hizo, ¡Y de qué manera! Falló un penal en el primer tiempo, que debía empatar el marcador antes de irse al descanso; pero en el segundo hubo otra oportunidad para él. Antes de cobrarlo hizo un gesto como señalando a la afición, poéticamente diré que casi casi me estaba apuntando a mí de entre los pocos asistentes al estadio; cobró el penal y anotó, celebró con su afición y para su afición.
Lo importante del juego no fue que anotara un gol, sino que pude ver la actitud que demuestra al jugar, el gusto que le da entregarse en la cancha para disfrute y goce de la fanaticada. Intentó varias jugadas “de crack” que terminaron en pases y sólo una en un pase erróneo. Pero el juego que se da fuera de la cancha, el que involucra la comunión con los aficionados, la entrega por el aplauso y aprobación de miles de desconocidos es lo que me hizo cambiar de parecer respecto al Kikín. Incluso desde lejos pude ver cómo él sentía esa conexión con tanta gente, que ese día estuvo con él y la verdad, es un espectáculo de primera.
Felicito a mi nuevo ídolo felino por dar una tarde tan magistral y ganarme como aficionado al equipo y ojalá el próximo sábado tenga oportunidad de repetir la magia y participar en una victoria felina en el volcán.