24.4.09

La batalla en la mesa

No pude sino pensar en un par de copas a medio llenar, como debe de
ser, de vino tino, algunas servilletas y la botella postrada casi al
centro de la mesa.
Ella, dominante, en control, con las defensas tan arriba, que él sólo
puede hacer plática del mundo, la literatura y lo bella que ella luce
a pesar de no haberse arreglado demasiado.
Él seguirá hablándole, de lo que más sepa, de lo que más la
impresione; ella asentirá y dejará escapar algunas sonrisas que lo
animen a continuar. Si tan sólo supiera que ella le pertenece, pero no
puede saberlo, ella tiene que ser distante. Él intentará de nuevo
flanquear sus ejércitos, rodear su copa, evitar su servilleta,
acercarse a su mano.
Sobre la mesa, la batalla es implacable, él tiene que tocarla, un
roce, una caricia; ella es la tierra indomable, el territorio a
conquistar, con trampas y peligros, pero también la recompensa. Bajo
la mesa, todo es nerviosismo, la mano libre suda, las piernas cruzadas
cambian de posición constantemente, tiemblan, es el campo de la
inseguridad y la incertidumbre, lo que no se cuenta, lo que no se ve.

Toda la escena es sólo de ellos, no del restaurant al aire libre, no
del viento que aviva los manteles y juega con el cabello de ella, ni
siquiera de los demás comensales que no hacen sino servir de trasfondo
en la cruel batalla, en la que él continuará acercándose mientras ella
seguirá poniendo tierra de por medio.

22.4.09

Moones

Los lunes son de doble chamba, de rigor. Pero las últimas semanas me
deslindé del segundo empleo, lo admito, me tomé un descanso como de 15
días, pero me lo justifico porque no me han pagado los anteriores 60.
El sábado exigiré la retribución de esos dos meses. Haré ruido desde
ahora y más porque me estoy aplicando pa' poder cobrar dineros cada 15
de cada mes.
Dejando mi materialismo de lado y buscando reavivar mi paseo por este
mundo, el lunes cambió mi rutina, pero no por mis decisiones, sino
porque la maestría apremiaba y debía entregar un par de trabajos para
tener derecho a un examen. Los entregué tarde, como suelo hacerlo en
esta modalidad en línea. Pero hice mi labor y ahora puedo disfrutar de
esos puntillos salvadores que me tienen aún en la lucha por un … ehm…
¿título?... ¿Así se le llama a lo que te entregan al terminar la
maestría?.
Tuve una propuesta de convivir y tal vez ver un churrazo fílmico, pero
lo rechacé puesto que ese día, la responsabilidad llamaba. Igual,
hacer un trabajo de investigación para mí, sigue contando como romper
rutina. Otro lunes único a la cuenta :)

19.4.09

Rompe la rutina

Es un consejazo que me he dado y aplico seguidón.

La regla del día es que por la tarde/noche hay que hacer algo que haga al día distinto al de ayer.
Claro que hay días con rutinas, como el jueves de fucho y café. A veces tengo lunes y martes de GMarro, los sábados casi son tradicionales por GMarro y Parkour vespertino, además de escuchar/ver el partido de tibres.

Los demás días sólo hago lo que se vaya proponiendo o planteando en el día. Como el lunes pasado, Anna la amiga de Valeria, venía de visita a la ciudad y las acompañé a Morelos y al Paseo Santa Lucía, ahí nos encontramos con una feria que el candidato Rodrigo Medina ha puesto para gozo y agasaje de los regios. 3 juegos mecánicos gratis, los que quieras, yo no pude subirme a ninguno por falta de tiempo, pero tomé fotos de Vale y Annina sobre el carrousel. Y cosa curiosa, en el 2do juego que escogimos, uno como las ruletas de apuestas que da vueltas y se inclina, me quedé a 1 lugar de poder acompañarlas; tuve que conformarme con verlas desde el primer lugar de la fila pues ya no alcancé lugar.

De ahí al obispado y de vuelta a casa. ¿Un lunes como cualquiera? ¡para nada!. La ciudad de noche, el idioma italiano y las luces de la noche lo hicieron inspirador para dejar nota que ese lunes, estafé a la compañía, hice los respaldos desde casa en lugar de presenciales y me abandoné a un paseo acordado en 15 minutos antes de la salida de la oficina diaria.

8.4.09

Desquitando el sueldo

Bueh... a petición de mi otro yo comentaré lo que me he hecho estos días.

No he escrito mucho porque he entrado en el vicio del twitter. Ajustando algunos detalles y puliendo mis reglas de etweetqueta para el bien de la comunidad.

En el sentido laboral, todo va como debería ser, mucha opcupación y poco tiempo pa' socializar con los amigos por el msn. Eso es lo que extraño un poco, después de casi 7 meses de chateo intensivo, el desquitar el sueldo así de golpe, pesa.

Vaya no me quejo, estoy aprendiendo muchísimo sobre Ab Initio y los reto a que encuentren algo de eso en internet, es una herramienta super secreta y eso es un motivador para aprovechar la oportunidad que tengo para usarlo.

Sigo haciendo de mis días todo menos una rutina, pensé en escribir sobre esto pero me he terminado muy cansadas las veladas y no había podido compartirlo (en el blog, porque el twitter anda picosísimo).

Así como mi otro yo tiene problemas con personas en su trabajo, yo tengo una llamada de atención en mi segundo trabajo. Es hora de ponerme las pilas, dárle átomos y cumplir, más si quiero que me paguen los 2 meses de sueldo que me deben.