2.3.07

Kluzter y la Parketina

Antes de que nada me estropee la idea... aquí va... una más en que Platón la tenía más fácil.

Todo el tiempo mi alternovia me dice que le hable, que me anime, que me lance, que no pasa nada y si pasa, pues ¡qué bien! ¿no?. Me echó el puche que necesité, me orientó y animó, casi como si yo fuera su pequeño saltamontes, le hice caso y el resultado fue el siguiente, o anterior puesto que pasó el Martes.

La tirada era electrónica, invitarle, retarle a algo tranquilo, leve, no muy date-oso y así; el estress y exceso de trabajo eran el pretexto; las nieves, la solución. Primero puso toda clase de pretextos, que no me van a dejar, que no tengo dinero, no podré ir, dónde será... yadda yadda yadda.

Yo me encargo de todo, tú consigue tu permiso.
El cuento es bastante largo, a pesar de haber sucedido sólo de 9 a 12. Pasé por ella, llegó corriendo y sobreventilada, o como se diga. La dejé descansar, me relajaba verle tranquilizarse, forsarse a descansar.
El plan varió de unos cafés de Di Massimo, a unos Breezer del Dairy Queen. De Garza Sada en Monterrey a ... una avenida importante limítrofe de Escobedo y San Nicolás. Walk de Pantera fue mi complasencia para con ella, no muy de mi gusto, pero ¿quién le puede negar nada a ella?.

Tocaba mis cabellos y yo decidía qué pediríamos, qué "cenaríamos", al final le concedí sus m&m's y pedí aquél especial cuyo nombre no podía sino ser delicioso: "Pecan Cluster".
Bromeamos sobre el nombre y jugueteó salpicándome el rostro con helado, en varias ocasiones, reimos demasiado, yo le contaba historias graciosas y ella con sus infantilismos me cautivava cada vez más.
Al salir, paseó sobre un carrito de supermercado, yo lo conducía en zigzag evitando oficiales y automóviles en el estacionamiento. Descendió y me retó al "camachito". ¿cómo decirle que no a esa sonrisa y ojos de encanto?.
Seguro es el momento que más se me quedó, rosar sus mejillas con las mías, ella en mi espalda, y yo caminando por los dos, la tenía tan en mí, pensaba tanto en ella, creo que no se dió cuenta. Platicamos de la coreografía de su canción, me guardé el secreto de ser un jicotillo en pos suya, que me agrada saber de ella, que me domestica cada sábado, vaya, el viernes es feliz porque el sábado la veré.

La abracé cuanto pude, manteniéndome al límite de lo que sentía, no es que sea muy pudoroso, esque me acobardo en pensar en la aceptación, el rechazo me lo dan a diestra y siniestra, la aceptación... puess... jamás.

Fue encantadora, reía y disfrutaba mi compañía, incluso cuando me bajoneaba el sueño. "¡Estás aburrido!", decía como para animarme, siempre conseguía hacerme montarle un show para divertirla, para ganarme.

Fue sin duda la mejor escapada en mucho tiempo, ella con permiso de 15 minutos y llegando 2horas y 45 mins tarde a casa, con un chinudo que casi desconoce, a quien lee como lo que es. Y yo que pensé en no salir y seguir con el tedio escolar.
Ay si tan solo supiera, ella, ay si tan solo supiera, yo, ay.... ¿porqué no nos lo decimos?

2 commenti:

Anonimo ha detto...

Exactamente!!! ¿Por qué no os lo decis?!?!?! No dejes escapar oportunidades de las que luego te arrepientas, tan sólo porque tuviste miedo.

Bueno wey

Un abrazo ;)

Seu Humby ha detto...

Suena como a una pelicula de Jeremy Irons...