Lo triste y lo sublime
Vale que así no se llama el libro que acabo de terminar. Pero me es imposibilísimo no relacionarlo con el análisis metafísico de Kant que hace en una obra con un título tan similar.
La historia es interesante tanto como una historia de amor puede llegar a serlo. Podría decir que es similar a la planteada en “La insoportable levedad del Ser” de Kundera. Pero sólo en el aspecto de que existe un amor que podríamos criticar, que de hecho muchos tacharíamos de injusto, irreal, prohibido. Y por lo mismo es intrigante pues surgen dudas como: ¿Es real? ¿Es posible? ¿Me podría pasar? ¿Pensaría diferente si fuera yo Oki? ¿Es mala Keiko? ¿Amaría a alguien como Oki, Keiko u Otoko?
Lo que me más me intrigó/gustó de esa peculiar historia es que se plasma en un libro, dentro del libro, al cual se hace alusión solamente y guía un poco la historia al principio. Y este hecho me recordó a todos aquellos que mantenemos una bitácora o diario electrónico. Y diría que específicamente aquéllos que relatamos los detalles más personales de nuestras vidas en un espacio tan abierto como lo es el/
Lamentablemente me lo leí al final con la megaprisa de preparar una presentación para una clase, por lo que la simbología con el arte descrito en esas páginas no la podré explayar a detalle (igual ese no es mi propósito).
Del libro diré que es de una lectura tranquila, rápida si es que así se desea leerlo y muy interesante. Mi personaje favorito es una chica de nombre/apellido Keiko… por ser tan provocadora y pícara. Bastante recomendable la historia y si les laten las ondas japonesas y la pintura, o el amor, pues más.
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