25.2.08

Férrea Fémina Fogueante

La caloración, la sudoración y el excesivo arrepretujamiento que sentí el pasa'o viernes no puede ser comparable con algo que haya sentido antes. Toda esa masa de gente y de calor, de sudor humano y de asfixia personal sólo podría lograr que desistiese de permanecer en el lugar que a fuerza de suerte y astucia logré ganarme al principio del concierto.

El plan empezaba con que yo saldría de la clase de ceneval y derechito me lanzaría a la arena monterrey para prescenciar "el concierto del año". Tal cual lo hice y me fui con la comitiva groupie (Duarte y Adri) derechito y sin escalas al estacionamiento de la arena.

Ahora aquí hay truco porque al entrar por el estacionamiento de atrás, nos evitamos las 2 horas de fila que había por la entrada del frente de la arena. Y pues eso nos hizo que cuando abrieran las puertas, pudimos hacer fila(de nuevo pero adentro del lugar) de volón. Ya en las escaleras corrimos y llegamos a estar a 4 metros del escenario mero enfrente.

Estábanos* ellas y yo bien emociona'os, aunque ellas estaban algo temerosas por la apretujación que empezaba a sentirse. Sus temores fueron rápidamente disipa'os al empezar la música del grupo abridor. No porque la música tranquilizara las bestias, sino que ellas huyeron hacia atrás a toda velocidad y su temor lo dejaron ahí amontonado con la gente, exhausto y acaloriza'o.

Al cabo de un rato salió el legendario grupo ahora lidereado por Bruce Dickinson en las vocales. Yo disfruté mucho las canciones que les conozco, aunque lamentablemente no pude aprovechar al máximo "Fear of the Dark". Digo, no es que la tocaran mal ni mucho menos, el detalle es que, como yo sólo había tenido una comida sustanciosa ese día, pos que se me seca la boca y las ideas se me nublan, además de llevar 2 horas seguidas a sude y sude, la poca ventilación y el mucho agetreo me hicieron temer por mi salud.
Así que a medio coreo, me lanzo a la parte trasera de la cancha para comprar por única vez en mi vida un refresco dentro de un evento. Fue ahí donde compré la coca más cara sobre la faz de la tierra (al menos para mí lo fue) a $25 MN y la tomé en cuestión de segundos.

Fuera de eso el concierto fue uno de los mejores a los que he asistido, comparable con el de los Rolling por la música; al de Emmanuel, por el lleno; Daft Punk, por la prendidez de la gente y a Radiohead por lo legendarios. Bueh lo que pasa es que todos cantábamos las canciones, brincábamos al empezar el estruendo, vitoreábamos a Eddie el grande por aparecer en el escenario y rugíamos de emoción de estar en una noche única e irrepetible.

A mí en lo personal no me pareció que el escenario fuera la gran cosa, pero eso es una nimiedad comparado con la calidad de las notas y los rítmicos gritos que llenaron el espacio esa noche. Sí, estaba muy cansado, adolorido y hambriento; sí, estuve desfalleciendo y enmudeciendo; sí, que fue el maltrato físico más duro en un concierto al que me he sometido... pero lo volvería a hacer, incluso cuando regresen (porque Bruce lo prometió) volvería a ir al apretujamiento excesivo de las filas de enfrente, a sudar ideas, gritos, enmudecer y perderme en la alegoría de música metal inglesa que esa noche nos inyectara emoción suficiente para el resto de nuestras memorias.

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