Podrían tacharme de lo que quieran cuando quieran. Y usar mis palabras en mi favor el díaque se les pegue la gana. Veamos entonces al titulinho que hoy proclamo.
En el océano del pacífico es donde tuvo lugar , en un apartadito espacio de nombre Marina Park, una conglomeración de colorida gentuza, de ropajes sin mucha pretensión, de sus ideas no podré hablar puesto que no los conocí, pero si estaban ahí, vaya que algo tendríamos en común.
Habría que iniciar el relato con un detalle minuscioso y delicioso de los aperitivos que llenáronme de energías para el día más memorable de junio.
preBreveteando:
Paninos, el suyo de pavo el mío de pollo.
Zoo, contrabando olvidado y maratón pandita.
711, no por comida mas por bebida.
Del motel al embarcadero se hacen 20 minutos, dijo la wereber deturno... diviértanse. Las mejores ropitas conciertiles me daban la seguridad que nada podía salir mal, que los boletos eran legítimos y no habría contratiempos.
Llegando a la entrada la no revisación de propiedades y pertenencias me destrozo la coraza de certeza puesto que la cámara fue abandonada a su suerte por presentar un potencial rechazo en admisión conciertil, mas todo era un mito, podría habernos acompañado y llevar a los no asistentes la magiecilla del mejor concierto al que jamás he asistido.
A las 7 en punto deerhoof soltaba unos gritos de bunny bunny... y una coreografía infantil, que divertía por lo simple, que contagiaba sonrisas, al menos a mí me arrebató la felicidad interna para aplastármela en el rostro, diversión sin malicia, de agujetas de colores y raspones de rodillas, caramelos y juguetes en frituras. Deerhoof is real fun!. Tenía que acordarme de esa frase pues era el único preámbulo a ellos.
Cuarenta minutos después de los brincos y los chongos en los lados de la cabeza, de continua música reggae, que me gusta no lo niego, ya el ocaso empezaba a rayonear de rojos y purpúreos matices medio cielo. Mientras más acababa el día, más empezaba el concierto.
Yorke salió con un saco negro, Thank you naranja sobre la camisa blanca, el calor de la tarde lo hizo agradecernos al terminar Airbag, sin duda la mejor abridora de eventos tanto en tributos como en vida en vivo. No te digo que los morados del fondo o los rojos al estallar lascanciones no modificaban mi ánimo, pues mentir en estas cosas me disgusta tanto como olvidarlas.
La escenografía como en cualquier presentación, las canciones (casi todas) tan conocidas como siempre, las nuevas, tan impresionantes como nunca. Y con todo, únicas e irrepetibles, me temo hasta incompartibles.
Un cohete fue lanzado ese mismo día y la visualización de ovni hicieron girar mentes en torno a "Subterranean Homesick Alien" pero no llegó, no importa pues con la selección de canciones que disfruté, no podría cambiar otra por alguna.
Dónde termino y tú empiezas? no lo sé, pero ya por el final un cierre fue Bones fuerte y dejándonos altos y secos, nos rescataron de esa estrella negra al tomarnos como platos girantes...
El clímax de todo fue al recordar ese amor falso de plástico, ay las ganas de llamarle, las ganas de hacerle ver que no soy una pésima persona, las ganas de escuchar una aceptación de disculpa... pero tomamos las precauciones, nos pusimos las pilas y nos dejamos el momento para mí. Toda para mí, necesitaba darme algo así de majestuoso, necesitaba saberme completo así.
Se fueron segundos después...pero volvieron y al salir con Exit Music... un título salidor, un clamor batiente de palmas al ritmo que nos pidieron, griterías y éxtasis, humo de algo más que tabaco, moradez y rojuna luminaria.
Moriré feliz sabiendo que logré ir, logré costearlo, lograré recordarlo, por hoy y hasta el fin de mis pensamientos.