La noche de los dos cafés
La noche de los dos cafés.
El primero el más importante y grandioso
El segundo el de cada jueves, pero en viernes
Del primero no puedo decir nada sólo que una canción podría haber faltado como bien lo escribiera Baloo.
El plan era sencillo, salir del trabajo y directamente hacer fila, dos a tres horas de espera, malcomer y $850 no serían nada a comparación de lo que esa noche nos ofrecía de antemano. Así pensé y creo que la idea fue compartidísima por Nestoram, Baloo, Adri y por supuesto Rodri “el implacable” Morales Hohohoil.
Desde las 6 y cachito estuvimos haciendo fila en la arena para esperar nuestro turno de agandallar lugar en la cancha de los fresas de martinis. Nestoram y Baloo habrían de llegar después y los encontramos ya estando dentro del espacio para acceso general. El chiste de la velada se lo llevó Hohohoil como siempre. Ya que estando afuera, en la fila, dijo: “no quiero ir a tirar las aguas porque sé que en el momento en que me vaya, la fila va a comenzar a avanzar”
Intentamos convencerlo de que no podría tener una suerte semejante, y tras unos minutos de desidia y de una inclemente batalla con su vejiga, la vejiga ganó y Rodri cruzó la calle. Se convirtió en un profeta a los pocos segundos de haber llegado a la acera de enfrente (cerca de 6 carriles tiene esa avenida).
Del concierto puedo decir que lo disfruté bastante, a pesar del ñets que iba con su novia empujona a mi lado. Afortunadamente logré meterles un par de codazos a ambos pa’ alivianar el mal tiempo que me hicieron pasar al restringirme mi espacio personal para el bailoteo.
Acá lo único que lamento es que no encuentro el setlist que tocaron en la Arena Monterrey hace una semana. Mi memoria, al igual que la de Frech no podría recordar todo lo que se tocó en esas 3 horas y pelos de concierto.
Lo que sí es que estuvimos en primera fila…casi pude tocar a Rubén, claro, era de que el extendiera la mano y lo habría logrado… me conformo con haber sido el metichón que le aventó al bebé de la señora oportunista que usó a su hijo para poder subir al escenario.
¿Qué se me va a quedar de esa noche?... esperemos que mi aparición en el dvd del documental que estrenarán me ayude a pasar a la inmortalidad con ellos :P
Las llamadas por celular a las personas especiales que no pudieron acudir pero cantaron con nosotros, las modificaciones a ciertas canciones para agregarle sabor y pausa al baile. El sudor y el dolor de piernas, de costillas y la enorme sed del final del evento ya es un extra, un precio que se paga, como si fuera propina por un platillo exquisito, de la misma calidad que siempre. No puedo decir que sea el mejor concierto de ellos al que yo haya asistido pero fue buenísimo. Creo que siempre Café Tacvba será garantía de un ambiente prendidísimo y que valdrá la pena la muerte de muchos cochinitos por escuchar y compartir sus éxitos.
Al terminar el concierto y antes de lanzarnos al café… logré ver de nuevo a la mujer más pequeña del mundo, nuevamente entre miles de gentes me la topo en un concierto magnífico, platicamos naderías, olvidé (como siempre) pedirle su # pero aún así me fui contentísimo y completo del recinto musical.