Rebelión en la Granja y fuera de ella
Esto del blog se me ha estado muriendo este año, úrgeme ponerme de propósito escribir más mis ideas y aventurillas en este espacio pero por lo pronto va otra de mis super populares reseñas de libros. Hoy le toca a “Rebelión en la Granja” de George Orwell. Me habría gustado tener una copia en su idioma original, pero como no conseguí. Me aventé la versión en español y no está nada mal.
Lo que más me gustó es la enorme aplicabilidad que tiene la idea de la corrupción de los seres por culpa del poder. El eterno ciclo del grupo del poder que oprime a los más y cómo cuando éstos logran sobreponerse a ello, terminan volviéndose contra sí mismos en la historia del nunca acabar (para más referencia vean la Independencia y Revolución mexicanas que celebran cientos de años y las cosas parece que siguen igual)
Me encariñé mucho con el personaje de Boxer, el caballo más fuerte y trabajor que ha habido en toda la literatura universal, ingenuo pero trabajador, fuerte, de carácter y miserable. Con los demás también sentí cierto afecto pero creo que sólo Boxer y Benjamín por lo sabio que parece ser, a pesar de ser un burro. Oh the irony!
Recomendaría este libro sin dudarlo, es un cuento entretenido y ligero, se va de volada y tiene un simbolismo fuertísimo. Cuando lees que los personajes son críticas a las figuras políticas rusas de mediados del siglo pasado es cuando cae el veinte de la audacia de Orwell al escribir este cuento que tuvo que esperar su primer publicación por la tensión mundial que se vivía en ese entonces.
Y ahora la sección favorita de todos: las frases más importantes (a mi parecer) de este clásico de clásicos (puede haber spoilers, así que lean bajo su propio riesgo):
23 Libertad significa el derecho de decirle a la gente lo que no quiere oír
34 Uno no debe esperar que el Daily Worker publique algo desfavorable para la URSS, ni que el Catholic Herald hable mal del Papa
36 Y yo digo que esto puede ser verdad, pero no “toda la verdad”
37 libertad es libertad para los demás
Detesto lo que dices, pero defendería hasta la muerte tu derecho a decirlo
41 Cambiar una ortodoxia por otra no supone necesariamente un progreso
48 todos estaban dispuestos a perder una hora de sueño para oír lo que él tuviera que decirles
49 Era el único de los animales de la granja que jamás reía
50 creo poder afirmar que entiendo el sentido de la vida en este mundo
51 No hay animal libre en Inglaterra
La vida de un animal es sólo miseria y esclavitud
El hombre es el único enemigo real que tenemos
El hombre es el único ser que consume sin producir
54 Todos los hombres son enemigos. Todos los animales son camaradas
55 Aún cuando lo hayáis vencido, no adoptéis sus vicios
Todos los animales son iguales
60 Se decía de Squealer que era capaz de hacer ver lo negro, blanco
61 esas cintas que tanto te gustan son el símbolo de la esclavitud
73 Los burros viven mucho tiempo. Ninguno de ustedes ha visto un burro muerto
75 Por lo que él sabía, dijo, no había nada que valiera la pena ser leído
76 ¡Cuatro patas sí, dos patas no!
93 Con molino o sin molino –dijo-, la vida seguirá como siempre ha sido, es decir, un desastre
132 Aún así, preferían a veces tener menos cifras y más comida
133 “Padre de todos los animales”, “Terror de la humanidad”
134 ¡Oh, Camarada Napoleón!
151 Jones, y lo que él representaba, casi se había borrado de sus memorias
155 sus vidas no eran más que hambre y trabajo; ¿no resultaba, entonces, correcto y justo que existiera un mundo mejor en alguna parte?
159 Tenía intención, dijo, de dedicar el resto de su vida a aprender las veintidós letras restantes del abecedario
166 la verdadera felicidad, dijo él, consistía en trabajar mucho y vivir frugalmente
167 No había con qué comparar su vida presente
el hambre, la opresión y el desengaño eran, así dijo él, la ley inalterable de la vida
170 ¡Cuatro patas sí, dos patas mejor!
171 TODOS LOS ANIMALES SON IGUALES, PERO ALGUNOS ANIMALES SON MÁS IGUALES QUE OTROS
178 pasaron su mirada del cerdo al hombre, y del hombre al cerdo; y, nuevamente, del cerdo al hombre; pero ya era imposible distinguir quién era uno y quién era otro