El 777

El 7 es super místico y tiene acá unos secretos que yo jamás podría descifrar todos en un solo post...por eso ponemos el "El" azuladito (a su ladito) para darme chance de repetir después el título.

El domingo estuve viendo la película del patrullero 777 (cantinflas) y me gustó mucho ver cómo en muchos de sus personajes (me falta verle algunas películas para admitir que todos) presentan cualidades muy positivas del trato a los conciudadanos y similares, repudio a lostranzas y agradecimiento a las almas buenas que (al menos en sus películas) aún existen por ahí.

Entre el 2005 y a inicios del 2006 tuve un promedio de un roce con tránsitos por mes, a veces 3 detenidas por mes y así, y me molestaba poco el hecho de tanta discriminación a un finísimo automóvil del '94. Hace una cuarteta de días, me tocó presenciar cómo a los clientecillos diarios del negocio, eran tachados de pandilleros y rateros, fumadores menores y, porqué no, alcoholicos. No se les da una oportunidad, no se les conoce y por ningún motivo se les quiere. Al menos eso demuestran los vecinos que sacan sus carnets de "encargada de mejoras del vecindario".

Me enteré por medios oficiales que dichos carnetes no tienen que ver con los negocios de la colonia, ni siquiera tienen poder para decidir quien es un vecino molesto o no, son para ser portavoces de la mayoría y promover mejoras al parque que se encuentra a 3 cuadras del negocio o en su defecto repintar banquetas y reportar baches apagones y eso. Menuda supervisora me toca tener de vecina si no sabe ni para qué es su gafette.

No suelo tachar a mi país ni sus gobiernos de lo que todos sabemos que son culpables, aunque notar que se le entrega "poder" a una persona que ni sabe para qué es, sin juntas, votaciones, ni información accesible a la comunidad, ni oportunidad para todos, osea al mero dedazo chilero; no me parece nada nadita una manera correcta de llevar una comunidad.

No me quejaré más de cuestiones políticas, sólo sociales, la doña de al lado está mal y he expuesto mis razones, necesitaríamos más gentezona como el 777 en las granaderas que llegan a amedrentar a los chavos que se juntan en un negocio (que lo quieren prohibir (sí, eso de juntarte en la casa de alguien ¡ya está mal a los ojos de mis vecinos!)) que tiraran al león a los prepotentes autoproclamados tlatoanis del barrio. Con esos consejillos y premiación pública (escoltando en patrulla o algo así simbólico) a los desamparadillos víctimas de injusticia. Yo me conformaría con que asistieran cuando se brincan la barda de mi negocio a intentar robar y no cuando entran por la puerta con dinero a gastar en los servicios y productos que ofrecemos.