Jazz Bluesero Santanero Sabasheech
Ayer sabadín me fui de nuevo a las andadas.
Empezó el día con una super programadera de un árbol abb pero me dí cuenta muy tarde que necesito un árbol de ·backtracking· que es diferente... y al pensar en qué debía incluir en mi clase y si en verdad era necesario o no hacer un ·árbol·, o por medio de ·arreglos· solucionar el problema de la mochila simulando ejecutar ·backtracking· y "branch and bound".
Para la hora que decidí desistir por ese día, me tocaba ya prepararme para ir a un conciertillo jazzero en galerías, mas la intención primera era toparme con cierta lectora posteadora, aunque supuse que no asistiría puesto que a pesar de mi intento de invitación no recibí respuesta confirmatoria al respecto, ella habría de perdérselo si no iba, el grupo tocó rebién en especial la canción de "The rolling stone", que, según la revista del mismo nombre, es la canción mejor escrita en la historia del rock... o en la historia del mundo o algo... el chiste es que es buenísima.
Y pues al terminar me fui a ver el coste de los cd's puesto que planeo sorprender a mi madre la siguiente semana, primero pagándole la millonada de pesotes que le debo y después regalarle un cd/dvd que sé le encantará, pues ya Emmanuel no ha sacado novedades pero el potrillo está ganando terreno en estas preferencias musicales maternales.
Regresé a casa, no me esperaban, puesto que últimamente si salgo no regreso sino hasta la madrugueirer... pero hoy sí quise regresar, en vista de que el plan 'A' había sido saboteadísimo.
La tirada era asistir al concierto de la Internacional Sonora Santanera, con al menos una acompañanta baila'ora... mas no fue posiblle y terminé llegando con dos compies nada bailaor el primero y el otro mas o menos.
La verdad fue espectacular, pese a que el metalero que nos acompañó yo me la pasé de maravilla, la música se oía rebién el sonido excelente, la elegancia el porte y la finura estaban irradiando una atmósfera tranquila, elegante y soberbia. Un pasito cadencioso con aromas de romanticismo dieron a la pareja danzante una magia espectacular, dejé de sentirme, y sólo podía ver aquél par de viejecitos, con una ternura y un amor... que ni los años han apagado, tenían el sentimiento a flor de piel, y el bailar de cachetito, con esa picardía tierna, esos cuerpos lastimados por el paso irremediable de decenios, los hacía aún más imponentes, admirables.
El cielo parcialmente nublado y la luna que de ratos se asomaba a contemplar a los centenares de parejas que de momentos se entregaban a un amor puro y bamboleante, y en otros alegre y juguetón, saltarín... jamás habría pensado ver tanta vida en cuerpos que han vivido ya tanto.
Sus sonrisas y arrumacos cariñosos movieron en mí sentimientos de añoranza y encanto que no podría describir. Recordé a Don José, el niño eterno, siempre tiene esa chispa, y no estaba ahí, seguro habría bailoteado con Doña María y habrían dado la muestra de un buen danzón y una cumbia tropical, a las demás parejas. Tambíen pensé mucho en mi tía Lucy, mi madrina, que es bailadora de las incansables, que bien podría haberme acompañado y habría sido la pareja perfecta de la velada.
Me impresionó demasiado, tan es así que pienso que podría asistir el próximo jueves a ver bailar de nuevo a las parejas exclusivas de la adultez madura, viviendo de noche, con los trajes llamativos y el porte que sólo en películas que carecen de color he visto antes. Eternos viejecitos.
De ahí... la presión y la noche nos llevaron a la fiesta en honor al cumpleaños de Sheech y de Poloyo, en el lejano reino de San Nicolás de los Garza, arrivamos al lugar como a las 2230 y permanecimos hasta las 0300 de hoy... podría haberme quedado más tiempo pero los deberes escolares lo impidieron. Mucha música norteña y algo de baile de mi parte, no tomé más que un vaso porque me tocaba la de chofer, pero me llené de botana el estómago.
Nessun commento:
Posta un commento