El cuarto vacío
Todos los aniversarios son memorables, todas las fechas son importantes mientras exista alguien que las recuerde y comunique a los demás el valor que tienen. Una de ellas es para mí es el 17 de enero, es un día que ya no duele, que parte en 2 la vida de toda mi familia, que partió en 2 a mi familia. Es el día que dejamos de ser 2 y 2 para volvernos una y dos; pueden notar el desbalance en la simetría numérica inmediatamente.
Siempre me congracié de tener una mente ágil y de memoria impecable, que desde la edad más temprana fui capaz de mantener vívidos recuerdos suyos; hoy de muchos de esos me quedan sólo 3 que ejercito constantemente, que repaso en días como hoy para no olvidar; 3 momentos recuerdo con mi padre que no me vio rebasar la inocente edad de 3 años: El día que trajo el conocimiento a casa; La cena de las “tostadas de harina” y La noche del truco del aguacate.
En casa de mamá tenemos algunas grabaciones en casette con su voz, cada vez son más difíciles de escuchar por la falta de máquinas reproductoras no tanto por la calidad de la cinta magnética; también tenemos cientos de fotos en álbumes familiares que siempre hacen “sudar los ojos” cuando llegamos a las páginas donde se encuentran las de él. ¿Sabían que aún tengo su credencial del Seguro y su última tarjeta de crédito? No sólo poseo objetos materiales de su paso por este mundo, porto la boca característica de mi padre y ahora sé que también tengo su sequía de vello facial: un bigote que jamás estará parejo. “píntale con maquillaje gorda, para que no se me vea tan disparejo”
La sorpresa de antiguos exploradores, ya sean reales o niños imaginando que son exploradores, cuando desentierran un tesoro de valor incalculable, es la misma que siento yo al escuchar una nueva anécdota sobre la vida de él, a quien conozco más por lo que dejó en las personas que conoció que por el tiempo que convivimos juntos.
¿te conté cuando fuimos a ver la final de Monterrey a Tampico?
- Pero mi papá siempre fue tigre
Sí, pero también le gustaba mucho el futbol y nos acompañó a la final, tú estuviste ahí en el primer campeonato del Monterrey, a tu primo Milton no lo llevamos porque era muy chiquito.
Como la vez esa en que invitó a todos sus amigos a su casa de recién casados y cuando llegó tu mamá vio a toda la bola de amigos “gorda voy a hacer una fiesta - ¿Cuándo? -ahorita” ¡qué tal, la reina de la casa y no sabía que tenía fiesta!
Ocurrente, de buen humor y presencia, dicen de él; talentos por todos lados, así se recuerdan a los ausentes siempre y quizá así fueron siempre, incluso cuando estaban de malas. Incluso cuando se rasuró el bigote y la novia con quien se casaría le dijo que se fuera y no volviera hasta que le creciera de nuevo, “así no me gustas, no eres tú”… Si le crecía tan rápido como a mí, imagino lo eternas que le habrán parecido las semanas de espera.
Soy de los que creen que además de las características físicas, la personalidad, incluidas las pasiones, se heredan porque se comparten desde antes de nacer; “agarras las tortillas igualito que tu papá” “siempre tenía un chiste para cualquier cosa” evidencia contundente de que es cierto. “A tu papá siempre le daba pena tomarme de la mano cuando caminábamos, incluso después de novios ¡pero bien que se despedía de beso eh!” ¿Será?
Historias como ésas han llegado a mí al mostrar fotos u objetos que conservamos de él, en cada reunión por el motivo que sea existe la oportunidad de encontrar tesoros como éstos; anécdotas y más pedacitos de su vida, dispersos en todos los que contaron con la suerte de haberlo conocido.
No puedo decir que lo extraño puesto que ha sido una ausencia física durante casi toda mi vida, pero me es imposible reconocer que no me ha hecho falta su opinión, energía y consejo en estos 25 años medianamente
1 commento:
Triste aniversario pero es bueno recordarlo, así honras su memoria. Que bonito que guardes toda la memorabilia de tu padre y atesores todas las anecdotas y recuerdos que tienes de él. Animo!
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