Via Traductis
Claro...
Mi vidita no se está poniendo más interesante cada día... se limita cada vez más a hablar del trabajo, el negocio, una que otra salidilla y la escuela.
3 de esas cosas mantienen tareas relativamente repetitivas pero variadas en sus secuencias, por lo que no parecen rutinarias, vaya que llegan a ser divertidas pues. La excepción no es diferente en este aspecto pero una de las tareas crece más que las demás y deriva en términos como: cuadruplos, cuadruplificar, semántiquear, sintaxear, traductorear, treaductorereando, traduciendo, traductorizando; etc.
Son fechas de máxima expresión religiosa y, como buen esclavo de la culpa y penitencia, me lancé a la ya tradicional ( y mentalmente tatuada) acción del viacrucis. Ya no voy a misa los domingos, no me confieso por lo tanto no comulgo y los sacramentos me los he venido pasando por el arco del triunfo desde hace ya un buen de años. No niego la existencia del Dios en el que me enseñaron a creer desde niño, lo respeto y le defiendo, es a la iglesia que lo quiere hacer suyo a la que no puedo seguir con fé ciega. Fui a empujar una silla de ruedas que tuvo que usar mi abuela durante ese rato (una hora y cacho) en el inclemente sol del viernes pasado.
Pero mi camino tortuoso no fue ese estrés físico al que voluntariamente me sometí, sino al mental que obligatoriamente me hace presa de escritura de código, asignación de memoria y uso de estructuras de datos que sólo serán válidas en lo que dura el proyecto de traductores éste.
Felices pascuas a todos.
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