¡Venga Dale!

Hoy te platico que no llevaré mis clases sabatinas de francés dado que la escuela que más importa ahora exige horas extras de dedicatoria y frustración.

Hoy te aviso que empiezo con mis ejercicios de condición y flexibilidad, que me levanto con todo y quejidos y berridos y me preparo y entreno para los sábados brincar más alto, más fuerte y llegar más lejos.

Hoy me enojo por lo que implica el hacerse de responsabilidades financieras y que los impuestos, inventados para organizar unas olimpiadas que ya nadie recuerda, me quiten el pan de la boca y el dinero de las manos.

Hoy también te comento que crezco en lo laboral, me mantengo en lo familiar y que disfruto lo personal más y más cada día.

Hoy te recuerdo que mi hábito de frases y lectura sigue intacto, lento pero seguro.

Hoy te escribo para que no me olvides, me dediques un pensamiento y porqué no... un comentario.