El Flaco de Lepanto

El Flaco dele panto.
Eso es más bien como que hay que ofrecerle un tramo, o un pantalón a un flaco. Bien podría ser una órden:

El flaco, ¡Déle panto!.
Así me imagino que su majestad se referiría a algún hombrezuelo de escasas carnosidades corporales, y le ordenaría a éste a entregarle ropajes a algún acusa'o u extranjero visitante.

El flacod elepanto.
Podría muy bien llegar a ser el título de mi 3er libro., como juega muy bien con el sonido y me provoca imaginarme un elefante... que pudiera llamarse flacod o bien, ser el nuevo adjetivo de moda.

El Flaco de Lepanto.
Así podría habérsele conocídole a don Alfonso Quijano, pero eso sería una barrabasada puesto que el manco era Cervantes. Así pues, aprovechándome de la fama de otros como suelo hacerlo, he decidido autoproferirme semejante título al terminar mis actividades del día de hoy martes (miércoles).

Lo de Lepanto, es nomás por sentirme quijotezcamente cansado de aventuras, pero aún expectante de tener esa última gran cabalgata por las estrellas. Lo de flaco, es porque hoy (ayer) comí sólo un tercio de plato de chocoplisplis, tres cuartos de pan dulce, un plato de spaghetti y una bolsa de doritos salsa incógnita con queso, crema y salsa roja.
Para ser un tipo tan alto y laborioso como yo, eso no es ni la mitad de lo que debería consumir mi organismo para no desmayar. Ayer me pasó igual comí sólo la cena, y el domingo igual tuve mis dos comidas solamente.

Nunca presto atención a la comida y me he da'o cuenta que no busco comer jamás.
Si hay: bien, Si no: al rato habrá.
Así se me pasan los días mientras voy de un deber al otro. Hoy(ayer) estuve muy cansado la mitad del día, yo culpo a la hambruna del mundo.

Hice planes de mañana embutirnos unas carl's jr con las chicas de administración de la empresa (la más joven tendrá 9 años más que yo) así empezaremos a darle paso pasito a la no-enflacación.
¿Será?