Via Cruxis

[Via Lombardini·Via Lombardía·Via-Rue-Road-Camino·Camino de la Cruz.]

Via Lombardini. (hoy pasé por tu casa)
En un limbo me sentí hoy por la mañana mientras nos dirigíamos, mis abuelos, madre, hermana y yo. Hacia la iglesia a la que vamos a escuchar o atender o como se diga, el viacrucis. Cada sábado desde que la razón me usa, recuerdo haber asistido puntualmente (a veces hasta con una hora de anticipación) a escuchar el camino de aquél Jesús tan famoso hacia el gólgota, el calvario, su pasión y también salir siempre despuecito de tocar un costado de la vitrina donde lo exponen, y de consolar una eternamente lamentante imagen de María. Perdóname por pensar en tí cada día y no llamarte, perdóname por haber proferido alguna vez pensamientos juiciosos sin consultártelo, perdóname por haberte fallado tan garrafalmente que ahora no sea merecedor si quiera de respuestas de tu parte. Y para ser coherente, mujer violín: las anteriores líneas, desvencijadas y revueltas son por tí, ya que pasé hoy por tu casa cuando ibamos a dejar a mi hermana a donde vería a sus amigas, y como no soy de piedra y mi memoria aún no me falla tanto, me acordé de tí, y pensé tanto en tí; mas soy un cobardón y por eso no te llamo, perdóneme.
(mujeres que me quieren: perdónenme por pedirle perdón a la supradicha, al rato me entenderán)
Via Lombardía.
Desde el viejo continente se remonta mi mente aquél idioma que nació en el ombligo del mundo, que es donde ahora habita el poder de un viejito que domina cuestiones espirituales. Allá por la lombardía (aunque esté más al norte de la Roma) es de donde escribía la prima de mi maestra italiana. Representa un gran intento de unión de esa nación en que esta semana atrae todos los ojos del mundo para sus festejos religiosos de semana mayor. Entonces de ahí el hecho de asociar la misma idea y palabra en diferentes contextos geográficos (derivación a la derecha) .
Via - Rue - Road - Camino.
La asociación de ideas siempre ha sido algo inherente en mis actividades de diario, me es casi imposible ver un hecho como algo aislado, sin copias ni repercusiones en el super yo (o en el ello) de cada quién. Es así como todo la mañana de hoy, que a puras prisas salimos para llegar puntuales, pasamos por varias calles, todas conectadas y llevando(nos) así después de algunas vuelteciffrs al destino matutino: el
Camino de la Cruz.
Quince estaciones recorre la cruz, y entre cada una, un canto, una plegaria y una pequeña historia. Además todas se ensalsan con un relato ·verídico· de los últimos días del hombre más famoso de la historia. Hoy me tocó volver a las bancas de San Antonio de Padua. A ese templo que a lo más cambia de color sus paredes, que no avanza en el tiempo y cada año me tiene tempranito en sábado por la mañana, esperando escuchar de nuevo la misma historia, hay cosas que nunca cambian. No me siento diferente, pero cumplí por hoy.