Fiesta navideña de Grupo Marro
¡Las posadas han llegado!
¡Así lo es!
Ayer asistí a la primer fiesta navideña del año, que chistosón no?... que la primer cualquiercosa del año se haga siempre hasta diciembre, cuando el año agoniza. Entonces, le diré fiesta navideña a todas aquellas fiestas, patchankas (that are the wild sound) y parrandones que se hagan por estos días y hasta antes del esperado día 25.
En la gran familia de Grupo Marro asistieron cerca de 100 gentes... igual y más.. no las iba yo a contar, osea que ossooo manitos; lo que sí es que vi a aquéllos con quienes convivo más últimamente, faltó solo Hugo, porque tiene descompuesto su carro y vive relejos.
Yo como todo buen rockstar llegué tarde, cerca de las 2230's y el convivio empezaba a las 2100's. El lugar fue la casa de Pancho Villa, yo creo que a Emilia le habría gustado acompañarme, pero luego todos en el trabajo pensarían que era mi pareja y que oso andar diciendo todos los días que no, y que sólo es una de mis mejores amigueras pachangueras baila'oras.
Me encantó la música cuando llegué, era música cubana, y con cantantes cubano'h caballero cosa ma' grandeh!!!.. nnnNNNNNOOOONONONONONNNNNNooooOOOOOOO..
Tocaban rebién, y como venían justito de la Habana, ya se imaginarán el sabrosó'hn caballero... esos timbales o bongós o como se llamen, tenían un poder vibracional tan primitivo, tan atrayente y embriagante de calor, de armoniosa y antigua danza con candela. PF!, tenías que asentir con la cabeza, dejar tus hombros ir al vaivén propuesto por esa rítmica del caribe. La flauta, ahh esa flauta que al final despertara los oídos, tenía una agudeza y claridad tan marcada, tan distinta al retumbar opaco y oscuro de los teclados y tambores (así les llamaré esta vez) que semejaba un haz luminoso, que daba el cierre perfecto a una velada de música viva en vivo. Rodeando y merodeando el lugar, yo que estaba cerca de la puerta no sentí frío alguno. Ufff.. Encantome ese momento nocturneril.
Después vino la patchanka (that is the wild sound) con un bailando por un sueño en marro, y pasaron a las parejitas a bailotear, había jueces y comentarios, una parodia del afamado programa de concursos dominical (no dominguero). Hubo empate triple con 10 perfectos.... Chuy, el Chiquilín y Willy, con sus respectivas parejas, destruyeron la pista con esos bailes de vueltas, en especial el Willy es el que andaba pero si ¡que parecía que no lo sacaban a bailar nunca!.
Sanísimo el ambiente, en verdad que me la pasé bien, aunque no pude cotorrearme con el Chucky, la Conchis, Irma, Gilabert, Tolentino, Wily ni Álvaro, ya que ellos andaban en otra ala del lugar. (Me siento como Hola Monterrey pasando lista). La velada me la pasé con Carmen y con el buen Carmona, ese chavo es especial, me sorprende que esté casado y tan chamaco, la vida que ha de llevar :S.
Eso lo noté mucho, imaginé las situaciones y hechos que llevaron a cada uno a trabajar para Grupo Marro, en verdad que hay tanta persona especial, que se nota sólo de verles algo de la historia que se cargan, incluso la dureza de algunas de ellas, pero ayer, por una noche, todos estábamos contentos, todos le aplaudimos al Chiquilín cuando bailó "el Firi Firi", todos gritábamos apoyando a Willy con sus mil piruetas veloces, todos reímos con los jueces de las parejas. Eramos la gran familia de Grupo Marro, no existía taller, administración, facilitadores, obreros, embobinados, cotizadores ni nada de eso. La noche era de una convivencia familiar, de un agradecimiento mutuo por pertenecer y mantener una enorme familia de desconocidos, por una buena noche, por un buen año, por una excelente época.
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