La vida es emocionante, por donde quiera que la vean. Vine a trabajar al norte de Estados Unidos, a una ciudad modesta, tranquila y pacífica, al menos en su mayoría, pero como toda metropoli yankee, tiene sus barrios de gente pintoresca y estereotipicable a más no poder.
Había comentado que esta historia merecía mención aparte y es cierto, mi día comenzó con preguntar cómo tomar el autobús y el personal del hotel donde me quedo es tan fresa que ni siquiera saben cuánto cuesta el pasaje. Yo ya había senalado en gMaps ciertas rutas que me llevarían cerca de los depas que estoy considerando para vivir. Inicialmente mi plan era sólo tomar 1 bus hacia el trabajo, he cambiado de opinión y ahora busco un lugar cómodo y agradable, el transporte se verá después.
Nada pues que aquí en Providence los autobuses los maneja el
RIPTA, y puedes ver los horarios en google de cuándo pasarán los camiones y si tienes que alzar el puño con ira a los cielos justo cuando acaba de irse ése en el que querías irte, esto porque casi siempre el siguiente bus tomará de 30 a 40 minutos en pasar.
Tomé el 20 hacia el primer depa de ese día. Buen lugar a precio accesible y cerca del bus, pero con todos los servicios a mi cuenta y eso le aumenta el costo de vida considerablemente. De ahí salí a la calle donde pasa el transporte y decidí revisar las rutas con el celular. Crucé la calle para tomar sombra mientras consultaba mi siguiente traslado, desde ahí vi a una joven que me pareció simpática, ella esperaba el autobús en la parada donde yo debería estar, pero no me acerqué. Pasaron unos minutos y noté que el camión se acercaba, corrí hacia la parada del bus y la escuché:
- bdkfu bklsd fiyb ?
Yes
- oh I thought that guy was looking for me but I didn’t know him.
Wait what?
- he WAS your ride wasn’t him? your friend
I don’t know what you’re talking about, I’m here to take the bus
- Oh right, that explains why he was honking at me, like you know, well, weird... that’s shady, you know, like, stopping and talking to me like he knows me, but, inside the car, you don’t know me buddy and what do you want? He doesn't know me why would he do that?... that sucks man.
Yes I guess...
Subimos al Bus; y ¡Oh maravilla de las coincidencias! había 3 lugares libres así que nos tocó platicar un poco más. Me ayidó a orientarme en dónde sería mi próximo descenso aunque en realidad yo no lo ocupaba, creo que me lo repitió como 4 veces y claro nunca le puse atención. Me perdí en sus ojos verdes miel, sus perforaciones en las orejas y labios y en su repulsivo orificio entre sus dientes frontales. Eso y que me puse a la defensiva cuando me contó que ella solía ir por el mismo rumbo cuando asistía a una casa de rehabilitación por abuso de alcohol y drogas. (¿pues a qué lugar voy a parar? me pregunté)
Dicho y hecho, pasé por un barrio de Canadienses, de esos color Morgan Freeman, típicas casas de ghetto y de barrio latino salvaje que vemos en las películas como El Gran Torino. Pero aquí no había Clints Eastwoods que cuidaran de mí. El haber crecido en barrios como Valle Verde estando en Monterrey te prepara para estas situaciones, la onda es mantener bajo perfil, andarse con cuidado y evitar el eye contact.
El 2do apartamento estaba bien, algo costoso y grandísimo pa’ una sola persona pues está pensado que sea lugar pa’ compartir entre tres, había sido ya bastante movimiento por el día pero faltaba un departamento más. El casero del 2do apto, me infundió temor al saber la dirección de mi última escala.
- don't go there man, it's a though neighborhood... Even the kids would try to rob you at night.
Soy valiente porque confio en que sé cuidarme en esos barrios, pero ¿Pa qué arriesgarle? Más después de haber visto un par de mujeres de vida galante y a "mis vecinos" una Canadiense obesa con unos 6 hijos gritándose entre todos, en el pórtico de su casa mientras que en la casa de enfrente nos observaba un tipo del que seguro sacaron el molde para hacer a los dealers de las películas.
Pedí al casero que me dejara en la parada del bus, no quiso, me dejó algunas cuadras más al norte para mayor seguridad. Aquí ya no supe si fui valiente o ingenuo.
Esperé el bus, recuerden que tarda 30 a 40 minutos en pasar. En ese tiempo vi un borracho que no podía estar sentado en la banca de la parada del RIPTA sin ayuda, sacaba su cartera y tiraba todo lo que tenía dentro al buscar unos billetes que no tenía. Recogía todo y buscaba esos billetes de nuevo para comenzar el ciclo; tres veces. Señoras rednecks que bajan del camión y antes de dar las buenas tardes preguntan si te sobra una moneda. Autos del año con tripulantes sin camisetas o de esas interiores de tirantes...
El bus 14 pasaba seguido pero el 20 que yo necesitaba parecía no querer aparecer nunca. Llegaron dos puertos con finta de latinos, puertorriqueños, y hablaban de acuerdo a su edad pero con ese toque de ghetto. Hicieron llamadas a celulares, nigga this, nigga that... Hey jo, give me a ride... Ya saben, clásica fanfarronería hasta que se puso serio preguntándome algo
- hey joe, man yknw som tbut place smiley face?
oh yes, no, wait, yes, I don't think I follow
- joe shit yes the yellow smile restaurant ov' there
I don't know but I see it, I guess
- I'm going there man, tomorrow
oh, we'll... Good I guess, food is awesome or something?
- nigga No!, hahah (smiles and laughs with his bro)... I'm G O I N G, t h e r e...
Aquí lo mejor era conservar la calma, fingir coolnes y dar gracias a la ropa desgastada y el cabello embarañado que traía yo en ese momento, no notaron que yo no era del barrio. Supe que fingí bien cuando abrió su backpack sonriendo maliciosamente y tomó una pistola que cargaba ahí.
breathe.
Me contó los porqués de su objetivo y de las instalaciones, del menú y la gente que trabaja ahí. El siguiente bus tardó poco en llegar pero suficiente para enterarme a grosso modo del plan. Subieron y se fueron contentos por haber impresionado a alguien con su boleto de lotería ganador asegurado por sus propias manos.
Llegué al hotel y conté todo a mis compañeros de trabajo, quién diría que buscar depa sería tan emocionante.